Las Cuevas de Balzola se encuentran en la localidad de Dima. Este lugar, que es muy visitado y valorado por los escaladores, tiene un arco natural, resto de una antigua galería de cueva, desmantelada por la erosión.
Es un lugar lleno de leyendas y mitos. Cuentan que ésta acogía a lamias, unos seres extraordinarios de sexo femenino y figura semi-humana, y a Sugoi, el genio que adoptaba forma de serpiente. Este duendecillo burlón, también conocido por Byzkaya Culebro, se dice que es el marido de Mari.
Mari es la personificación de la tierra y reina de todos los genios de la naturaleza, es la leyenda más clásica y difundida en el País Vasco. El nombre de Mari, bruja del akelarre, hace referencia a una divinidad de sexo femenino que se aparece, a veces en forma de mujer ricamente vestida, o envuelta en llamas, o en un caballo que lleva consigo las nubes de tormenta. También se la ha descrito como a un árbol que por un lado parece mujer.
También se cuenta que Baltzola es hogar de gentiles, quienes poseen cualidades físicas extraordinarias, con una fuerza descomunal, a quienes se atribuye la construcción de Jentilzubi.
Es un lugar lleno de leyendas y mitos. Cuentan que ésta acogía a lamias, unos seres extraordinarios de sexo femenino y figura semi-humana, y a Sugoi, el genio que adoptaba forma de serpiente. Este duendecillo burlón, también conocido por Byzkaya Culebro, se dice que es el marido de Mari.
Mari es la personificación de la tierra y reina de todos los genios de la naturaleza, es la leyenda más clásica y difundida en el País Vasco. El nombre de Mari, bruja del akelarre, hace referencia a una divinidad de sexo femenino que se aparece, a veces en forma de mujer ricamente vestida, o envuelta en llamas, o en un caballo que lleva consigo las nubes de tormenta. También se la ha descrito como a un árbol que por un lado parece mujer.
También se cuenta que Baltzola es hogar de gentiles, quienes poseen cualidades físicas extraordinarias, con una fuerza descomunal, a quienes se atribuye la construcción de Jentilzubi.